Expertos recomiendan practicar ejercicio, asegurarse de tener un buen dormir y establecer límites entre el trabajo y la familia
Las 10 estrategias básicas para combatir la fátiga diaria
En cuanto a la alimentación, una clave es mantener una dieta equilibrada y no saltarse el desayuno, pues el cerebro es un órgano que consume el 30% de la ingesta diaria de calorías. Factores como el cigarro y el alcohol pueden alterar los patrones normales de sueño.
Fecha edición: 05-09-2005
Hacer pausas en el quehacer diario y cuidar el descanso, son parte de la estrategia que los expertos han diseñado para neutralizar rutinas muy exigentes que pueden terminar provocando un estado de fatiga permanente.
Son las 17 horas y el empleado de 25 años siente un dolor muscular que recorre cada fibra de su cuerpo y un cansancio que apenas lo deja pensar. No se trata de un deportista que acaba de completar un largo maratón, sino que es funcionario enfrentado a un enemigo que lo acosa a diario: la fatiga física y mental producto de varias reuniones y horas de procesar planillas de cálculo ante el computador.
Aunque sentirse agotado en ocasiones es normal, especialmente si se considera el intenso ritmo de vida moderno, este cuadro debe ser vigilado de cerca, porque puede convertirse en un síndrome crónico. Dicho estado extremo afecta principalmente a mujeres entre 30 y 50 años de edad aunque también a varones y se identifica por una constante sensación de fatiga que no cede con el reposo.
Con el fin de evitar llegar a ese extremo, varios expertos en el tema han elaborado estrategias para terminar con este cansancio permanente. Aquí los consejos principales:
1. Ejercicio
Puede sonar extraño, pero la actividad física es una buena forma de luchar contra la fatiga, pues mientras más movimiento se realice, mayores son los niveles de energía del cuerpo. Según Stephanie Vlach, directora de educación de la Academia Life Fitness (EE.UU.), el ejercicio "aumenta la fuerza y resistencia muscular y cardíaca. Por eso, el cuerpo se vuelve más capaz de soportar las actividades diarias. También se ha demostrado que mejora la calidad del sueño, por lo que quienes practican alguna actividad duermen mejor que los sedentarios".
En el caso específico de las mujeres, un documento de la Clínica Mayo de EE.UU. recomienda comenzar de forma gradual pero constante: "Aunque al inicio no complete 10 minutos diarios, siga intentando hasta llegar a 30 minutos de actividad moderada al día".
2. Buen dormir
De acuerdo con la revista Ladies' Home Journal, si una persona llevara un registro de sus hábitos de sueño, se daría cuenta de todos los factores que postergan su sueño. Por eso, se aconseja fijar un horario para acostarse y apegarse a él. "Con el ajetreado ritmo de vida moderna, un empleado necesita al menos ocho horas de sueño por noche. Irse a la cama a una hora decente mejora la productividad durante el día", comenta Vlach.
Medidas básicas son evitar comer, leer o ver TV en la cama. Además, se debe mantener el dormitorio a una temperatura relativamente fría que induzca el sueño y siempre fijar la alarma del reloj a la misma hora, ya que esto ayuda a crear un hábito regular de sueño.
3. Dieta saludable
La alimentación también es clave: las bebidas con cafeína y las golosinas con azúcar sólo generan un aumento de energía pasajero. Según el sitio especializado WebMD, lo saludable es comer al menos tres comidas por día, no saltarse el desayuno -ya que es el principal activador diario del metabolismo- e ingerir alimentos de los principales grupos -como vegetales, carne y productos lácteos- en cada comida principal del día.
¿El motivo? El cerebro es un órgano que consume hasta el 30% de la ingesta diaria de calorías. "Comer una dieta balanceada ayuda a la persona a obtener los niveles adecuados de vitaminas y minerales que el cuerpo necesita", añade Vlach.
4. Limitar el alcohol y el cigarro
Al igual que la cafeína, la nicotina es un estimulante. De acuerdo con la experta de la Academia Life Fitness, al dormir los fumadores experimentan "síntomas de deprivación de nicotina, lo que puede llegar a despertarlos". Asimismo, el Instituto Nacional de Alcoholismo de EE.UU. determinó que consumir alcohol altera la segunda fase del sueño, causando interrupciones repentinas y dificultad para conciliar el sueño.
5. Establecer prioridades
Para Stephanie Vlach, con tanta gente "establecer prioridades entre la oficina y el hogar es una tarea difícil. Pero hacerlo ayuda a manejar mejor el tiempo; aprender a decir 'no' cuando es necesario minimiza la sensación de estar siendo arrastrado en dos direcciones diferentes" (ver recuadro).
Las distracciones son fundamentales
6. Hobbies: Si el tiempo lo permite, una actividad extracurricular puede ayudar a la persona a enfocarse en un interés que disfruta y la apasiona, y así hacerla sentir que tiene más control. "Intente algo nuevo, como cerámica, jardinería o Pilates", aconseja Stephanie Vlach.
7. Escuchar al cuerpo: Ignorar las señales del organismo y presionarlo más allá de sus límites afecta el sistema inmune y lo deprime, lo cual deja al cuerpo expuesto a enfermedades y fatiga.
8. Pausas diarias: Según los expertos de la Clínica Mayo, se debe reservar tiempo a diario para realizar algo que la persona realmente aprecie. "Tome una caminata a mediodía alrededor de la manzana o levántese 15 minutos antes para tener más tiempo al comenzar su día", señalan.
9. Tensión en el trabajo: Los problemas en la oficina pueden agravar la sensación de agotamiento. "Intente resolver los conflictos con sus colegas y hable con su jefe e intente clarificar qué es lo requiere de usted. Levántese de su escritorio de cuando en cuando y estire su cuerpo por algunos momentos", indican los especialistas de la Clínica Mayo.
10. Beba suficiente agua: Una deshidratación de grado intermedio es una causa común de la fatiga, ya que puede reducir el flujo sanguíneo hacia órganos como el cerebro. Lo indicado es beber ocho vasos de agua al día y no esperar hasta el momento en que la sed sea intensa.
Las 10 estrategias básicas para combatir la fátiga diaria
En cuanto a la alimentación, una clave es mantener una dieta equilibrada y no saltarse el desayuno, pues el cerebro es un órgano que consume el 30% de la ingesta diaria de calorías. Factores como el cigarro y el alcohol pueden alterar los patrones normales de sueño.
Fecha edición: 05-09-2005
Hacer pausas en el quehacer diario y cuidar el descanso, son parte de la estrategia que los expertos han diseñado para neutralizar rutinas muy exigentes que pueden terminar provocando un estado de fatiga permanente.
Son las 17 horas y el empleado de 25 años siente un dolor muscular que recorre cada fibra de su cuerpo y un cansancio que apenas lo deja pensar. No se trata de un deportista que acaba de completar un largo maratón, sino que es funcionario enfrentado a un enemigo que lo acosa a diario: la fatiga física y mental producto de varias reuniones y horas de procesar planillas de cálculo ante el computador.
Aunque sentirse agotado en ocasiones es normal, especialmente si se considera el intenso ritmo de vida moderno, este cuadro debe ser vigilado de cerca, porque puede convertirse en un síndrome crónico. Dicho estado extremo afecta principalmente a mujeres entre 30 y 50 años de edad aunque también a varones y se identifica por una constante sensación de fatiga que no cede con el reposo.
Con el fin de evitar llegar a ese extremo, varios expertos en el tema han elaborado estrategias para terminar con este cansancio permanente. Aquí los consejos principales:
1. Ejercicio
Puede sonar extraño, pero la actividad física es una buena forma de luchar contra la fatiga, pues mientras más movimiento se realice, mayores son los niveles de energía del cuerpo. Según Stephanie Vlach, directora de educación de la Academia Life Fitness (EE.UU.), el ejercicio "aumenta la fuerza y resistencia muscular y cardíaca. Por eso, el cuerpo se vuelve más capaz de soportar las actividades diarias. También se ha demostrado que mejora la calidad del sueño, por lo que quienes practican alguna actividad duermen mejor que los sedentarios".
En el caso específico de las mujeres, un documento de la Clínica Mayo de EE.UU. recomienda comenzar de forma gradual pero constante: "Aunque al inicio no complete 10 minutos diarios, siga intentando hasta llegar a 30 minutos de actividad moderada al día".
2. Buen dormir
De acuerdo con la revista Ladies' Home Journal, si una persona llevara un registro de sus hábitos de sueño, se daría cuenta de todos los factores que postergan su sueño. Por eso, se aconseja fijar un horario para acostarse y apegarse a él. "Con el ajetreado ritmo de vida moderna, un empleado necesita al menos ocho horas de sueño por noche. Irse a la cama a una hora decente mejora la productividad durante el día", comenta Vlach.
Medidas básicas son evitar comer, leer o ver TV en la cama. Además, se debe mantener el dormitorio a una temperatura relativamente fría que induzca el sueño y siempre fijar la alarma del reloj a la misma hora, ya que esto ayuda a crear un hábito regular de sueño.
3. Dieta saludable
La alimentación también es clave: las bebidas con cafeína y las golosinas con azúcar sólo generan un aumento de energía pasajero. Según el sitio especializado WebMD, lo saludable es comer al menos tres comidas por día, no saltarse el desayuno -ya que es el principal activador diario del metabolismo- e ingerir alimentos de los principales grupos -como vegetales, carne y productos lácteos- en cada comida principal del día.
¿El motivo? El cerebro es un órgano que consume hasta el 30% de la ingesta diaria de calorías. "Comer una dieta balanceada ayuda a la persona a obtener los niveles adecuados de vitaminas y minerales que el cuerpo necesita", añade Vlach.
4. Limitar el alcohol y el cigarro
Al igual que la cafeína, la nicotina es un estimulante. De acuerdo con la experta de la Academia Life Fitness, al dormir los fumadores experimentan "síntomas de deprivación de nicotina, lo que puede llegar a despertarlos". Asimismo, el Instituto Nacional de Alcoholismo de EE.UU. determinó que consumir alcohol altera la segunda fase del sueño, causando interrupciones repentinas y dificultad para conciliar el sueño.
5. Establecer prioridades
Para Stephanie Vlach, con tanta gente "establecer prioridades entre la oficina y el hogar es una tarea difícil. Pero hacerlo ayuda a manejar mejor el tiempo; aprender a decir 'no' cuando es necesario minimiza la sensación de estar siendo arrastrado en dos direcciones diferentes" (ver recuadro).
Las distracciones son fundamentales
6. Hobbies: Si el tiempo lo permite, una actividad extracurricular puede ayudar a la persona a enfocarse en un interés que disfruta y la apasiona, y así hacerla sentir que tiene más control. "Intente algo nuevo, como cerámica, jardinería o Pilates", aconseja Stephanie Vlach.
7. Escuchar al cuerpo: Ignorar las señales del organismo y presionarlo más allá de sus límites afecta el sistema inmune y lo deprime, lo cual deja al cuerpo expuesto a enfermedades y fatiga.
8. Pausas diarias: Según los expertos de la Clínica Mayo, se debe reservar tiempo a diario para realizar algo que la persona realmente aprecie. "Tome una caminata a mediodía alrededor de la manzana o levántese 15 minutos antes para tener más tiempo al comenzar su día", señalan.
9. Tensión en el trabajo: Los problemas en la oficina pueden agravar la sensación de agotamiento. "Intente resolver los conflictos con sus colegas y hable con su jefe e intente clarificar qué es lo requiere de usted. Levántese de su escritorio de cuando en cuando y estire su cuerpo por algunos momentos", indican los especialistas de la Clínica Mayo.
10. Beba suficiente agua: Una deshidratación de grado intermedio es una causa común de la fatiga, ya que puede reducir el flujo sanguíneo hacia órganos como el cerebro. Lo indicado es beber ocho vasos de agua al día y no esperar hasta el momento en que la sed sea intensa.
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