21 octubre 2005

Decir directamente las cosas, no emitir juicios y hacerlo en el momento adecuado, son algunas de las recomendaciones

Las mejores técnicas para una comunicación eficaz

El término medio entre quedarse callado para evitar conflictos y de decir todo de frente sin que medie ningún filtro se conoce como asertividad. Esta es la facultad de hacer valer los propios derechos, con claridad y firmeza, pero sin menoscabar la dignidad de los demás. Esto, según los sicólogos, se puede desarrollar.

Aída Worthington

Fecha edición: 21-10-2005

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De moda está el escuchar que es necesario terminar con el doble estándar y decir las cosas por su nombre. Queda atrás la pacatería, pero el problema es que muchas de las personas que enarbolan esta causa, si bien son capaces de expresar todo lo que piensan y lo dicen a la cara, de tan sinceras que son terminan siendo agresivas.

Aunque en nuestro país no es muy común, existe un término medio llamado asertividad. "Esta es la capacidad que tienes de dar a conocer tus opiniones y tus pensamientos frente a distintas situaciones, pero la idea es que lo hagas de modo respetuoso, claro y sin pasar a llevar a los otros", define la sicóloga laboral de Direcciona del Grupo Bumeran, Gigliola Satriani.

Aprender la conducta

Para aprender a ser asertivo, "primero hay que tomar conciencia del estilo que la persona tiene (si es agresivo o muy pasivo). Luego de eso, es posible intentar llevar al sujeto al punto medio, es decir, que pueda hacer prevalecer derechos y deberes de manera oportuna, sin atacar al otro y sin sentirse tampoco atacado", sugiere la sicóloga y académica de la Escuela de Sicología del Campus Viña del Mar de la U. Andrés Bello, Miriam Pardo.

Tres requisitos

Para que una conducta sea asertiva, debe tener tres características: claridad, firmeza y tranquilidad.

Esto consiste -explica el sicólogo y gerente de Aprendizaje Presencial de Orbi Consultores, Miguel Castro- en que cuando se reclama o exige algo se debe hacer directamente: "No sirve decir 'quiero que cambies o que hagas un esfuerzo', sino que debe haber algo concreto, como por ejemplo: 'No quiero que nunca más llegues tarde, tal como ayer que te atrasaste 15 minutos'". En cuanto a la firmeza, a la otra persona le debe quedar claro que no puede seguir incurriendo en aquella conducta o acto molesto sin que tenga un costo. Todo esto usando un tono de voz tranquilo, en que no hay levantamiento ni disminución del tono de voz.

Minuto adecuado

Fundamental a la hora de hacer una crítica o pedir algo es que se haga sin juicios y en el momento adecuado. "No hay que hacerlo de inmediato, porque uno puede terminar agrediendo, pero tampoco hacerlo mucho tiempo después, porque se olvida", indica Castro.

Por otra parte, el especialista recomienda que hay que reclamar por lo que el otro hace y no por lo que el otro es. Esto es, por ejemplo decir "No importa que seas impuntual, sino que llegues a la hora cuando te juntas conmigo. Si en tu vida personal eres impuntual, es tu problema, pero si a mis reuniones llegas tarde, a mí me molesta". Otro ejemplo es decir: "Lo que hiciste no corresponde con lo que hablamos ayer". Así, indica Castro, "estoy siendo sincero, pero no le estoy faltando el respeto al otro. En la base de la asertividad está el respeto y la dignidad".

Beneficios

Entre los beneficios que tiene el ser asertivo están el que la comunicación es mejor, ya sea en la casa, el trabajo o con los amigos, la persona se siente valorada porque se le respeta, acota Gigliola Satriani, y "a la larga, la gente empieza a conocerte y a valorarte porque sabe que no mientes", concluye el sicólogo de Orbi Consultores, Miguel Castro.

Pasos para una crítica constructiva

Para hacer una crítica constructiva o expresar algo que nos molesta, el sicólogo de Orbi Consultores Miguel Castro, recomienda las siguientes pautas:

1.- Decir el nombre de la persona: "Cómo voy a criticar a alguien si no sé ni cómo se llama", exclama Castro. Con esto se nota que la otra persona nos preocupa y que la validamos como un otro legítimo.

2.- Evitar el juicio: Cuando se describe lo que el otro hizo mal, se le descalifica. Por ejemplo: "eres irresponsable". Eso se debe evitar. Al revés debería ser "dices que vas a llegar a tal hora y no llegas, por lo tanto a mi me molesta".

3.- Lo que me pasa: "La crítica no es válida, porque sea verdadera o no, sino porque la persona que la emite, necesita ese cambio", advierte el sicólogo. Por esto pone énfasis en que se haga expresando los sentimientos propios.

4.- El por qué: A la crítica o petición, se le debe agregar la razón de por qué se está haciendo. Así hay un fundamento y no se confunde con un mero capricho.

5.- Pedir la opinión del interlocutor: Es necesario saber qué piensa el otro de lo que se le está solicitando, pues así se le toma en cuenta.

Adaptándose al contexto

Para la sicóloga de la U. Andrés Bello de Viña del Mar, Miriam Pardo, más que hablar de una definición de asertividad, "es mejor hablar de comportamiento asertivo, y es necesario evaluar el lugar en que nos encontramos en las distintas relaciones vinculares. Es decir, las relaciones con la familia, laborales, académicas, con los amigos".

En este sentido, la sicóloga Gigliola Satriani, advierte que esto tiene mucho que ver con la capacidad de ubicarse de las personas en los distintos contextos.

Por otra parte, ambas reconocen que no siempre es bien interpretada la asertividad en Chile. "Si te piden algo y dices que no, el otro no lo asume bien", indica Gigliola Satriani. "Muchas personas no ven bien que se les digan las cosas, aunque sea de buena manera. Eso a veces incomoda y en esta cultura eso es visto como conflictivo", agrega Satriani.

1 comentario:

Roberto Iza Valdés dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.