27 julio 2005
Cambiar de roles
Cambiar de Roles de una situación a otra, no es ni fraudulento ni egoista, sino mas bien es honrar las múltiples y variadas formas de relación que constituyen una vida. Las acciones adecuadas sólo lo son en términos de los criterios generados en las diversas formas mismas de relación. El relato del fraude es un discurso emplazado, abre y cierra posibilidades. No sólo no hay criterios valóricos, estéticos, epistemológicos, más allá de como una cultura los constituye, sino que también no podemos vivir fuera de una constitución de lo real.
La persona entendida como un conjunto de roles diversos tiene que tener una ubicación; tiene que ser utilizada dentro de un contexto apropiado, ya que muchas instituciones altamente respetadas funcionan bajo la premisa de un "yo" único y singular. La idea de múltiples roles, entendida como múltiples subs-yos, pone en peligro a sus tradiciones. Por ejemplo, las formas tradicionales de la intimidad se basan en la confianza - saber quién realmente es el otro. Sin embargo, el otro multifacético puede mostrarse poco comprometido; frecuentemente se le percibe hablador, superficial y manipulador. Por otro lado, la posibilidad de hacer responsable al otro depende de que creamos que existe "alguien" que actúa, un agente en particular. Sin embargo, si cada acción es simplemente un reflejo de una gran cantidad de personajes internos ¿quién es el culpable de una acción? Estos son algunos de los cuestionamientos en el horizonte.
El mundo viejo no termina de morir, y el nuevo no termina de nacer.
Jorge Orrego
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