El objeto de nuestros deseos y propósitos se seleccionará naturalmente entre los objetos socialniente disponibles o que se nos ofrecen, por más extraña. mente que se combinen en fantasías que surgen de privaciones muy largas. Nuestros deseos de cosas particulares a menudo están en nosotros porque otros las desean. Spinoza dijo que “la emulación es el deseo de algo que se engendra en nosotros por el hecho de que imaginamos que otros también lo desean”
La comprensión sincera de los objetivos de los otros sobre la base de nuestras propias finalidades tiene la probabilidad de ser más precisa en situaciones socialmente estandarizadas; ya que si dos personas están entrenadas en forma similar, es posible que los propósitos que uno encuentra en sí mismo sean similares a los del otro. Pero en una sociedad compuesta de situaciones ampliamente diversificadas, las adscripciones de propósitos son más frecuentemente erróneas.
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