02 agosto 2005

¿Es la voluntad revolucionaria un momento previo o externo a la razón?. ¿Es la razón, a la inversa, un mero discurso del querer y el deseo?. Ambas cosas serían ciertas sólo en el caso de que pensemos a la razón como razón cartesiana, como razón teórica, como mera idea. No sería así, en cambio, si consideramos a la razón como algo práctico. El impulso y anhelo no es previo a la razón : es la razón. La razón es el discurso interno del anhelo, aunque sea un discurso enajenado. Enajenación y exterioridad no son lo mismo. Toda voluntad es racional. Cada voluntad a su manera. Pero, en la medida en que la razón es totalizante por sí misma, la idea de que haya “otras voluntades” es dudosa. Sólo hay una razón y una voluntad : la razón dominante. No se puede escapar a ella, hay que apoderarse de ella y llevarla hasta más allá de sí misma.

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