Los dominadores toman “el patrimonio cultural” como botín ¿deberíamos tratar de recuperarlo?. El patrimonio en una voluntad revolucionaria no es una suma de bienes, sino sólo de esperanzas. Ellos no se apoderan de nuestro pasado, sino de nuestras esperanzas. Identificar las esperanzas con el pasado hace que la historia nos parezca importante. Rescribir la historia sólo puede interesarle al poder. Los que no tienen nada tampoco tienen pasado. A no ser que los intelectuales los carguen con un cúmulo de culpas que redimir. los que conquisten el poder conquistarán con él también el pasado.
Pero la lucha es por el futuro, no por el pasado. Sólo a los intelectuales les interesa la lucha por el pasado, porque presienten que en su administración encontrarán las claves del poder. Pero el pasado podría ser un argumento si existiera, y fuese apropiable como existente. Pero al ser borrado, o manipulado, por la técnica sólo queda de él el impulso interno, la vida, que quería darse sus formas, aunque de hecho no las necesite. Para la voluntad revolucionaria es preferible buscar la vida en el presente que en el pasado. Lo que queremos es la vida, no la culpa. Quizás la nostalgia nazi de Heidegger es más apropiada para Benjamin que su misticismo marxista : pero los nazis fueron los alemanes, no los judíos.
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